A veces, el sistema de distribución de gatos elige humanos que pueden no ser los mayores fanáticos de los amigos peludos.
En un mundo perfecto, todos en la Tierra tendrían al menos tres gatos. Esto podría ayudar a abordar la crisis de refugios abarrotados y calles invadidas por gatos callejeros hambrientos. Pero el cambio solo puede ocurrir si damos un paso a la vez, un humano a la vez.
En esta conmovedora historia, un hombre llamado Mario encontró un dulce gatito naranja que estaba claramente herido. La pequeña chica picante le mordía cada vez que intentaba alimentarla o tocarla. Sin embargo, Mario logró establecer suficiente confianza para cuidarla y tratar su herida.
Finalmente, la llevó al veterinario, donde recibió todas las pruebas y tratamientos necesarios. Para sorpresa de Mario, comenzó a enamorarse de la gatita, a la que llamó KG. A pesar de su resistencia inicial, se dio cuenta de que KG lo había reclamado como suyo.
Ahora, KG no le deja ningún espacio personal. Se sube a su espalda y duerme en su hombro como una pequeña protectora. Mario dice con humor: “No soy yo quien posee a KG; ella me posee a mí.”
Mario y KG esperan con ansias una larga vida llena de amor, aventuras y felicidad. ¡Es conmovedor ver a alguien transformarse en un amante dedicado de los gatos!
Desplácese hacia abajo para ver cómo se desarrolla esta conmovedora historia. ¡Consiga sus pañuelos (y su felino, por supuesto)!