En 1972, el comediante George Carlin presentó su monólogo "Siete Palabras que no se pueden decir en televisión", desafiando las normas sociales y legales sobre el lenguaje en los medios de comunicación. Este acto provocó un debate legal que culminó en el caso de la Corte Suprema de 1978, FCC contra Pacifica Foundation, donde se confirmó la autoridad de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para regular el contenido indecente en la radiodifusión, reconociendo su naturaleza "únicamente omnipresente".
Más de cuatro décadas después, en 2025, el legado de Carlin sigue siendo relevante en un mundo transformado por internet y las redes sociales. Plataformas como Twitter y Facebook han ampliado las posibilidades de expresión, aunque también han intensificado los debates sobre la moderación de contenidos. La discusión sobre la libertad de expresión y la regulación de contenidos en línea continúa siendo un tema central en la sociedad actual.
La historia de las "Siete Palabras" invita a reflexionar sobre cómo el lenguaje, en su constante transformación, nos conecta y nos define, y sobre la importancia de cuestionar las normas y abrazar la evolución del lenguaje en la era digital.