Las universidades han servido como centros de conocimiento e intercambio durante siglos. Han desempeñado un papel significativo en la historia de la humanidad, moldeando numerosas épocas. En Europa, muchas universidades históricas, como Oxford y Cambridge en Inglaterra y la Universidad de Bolonia en Italia, son bien conocidas. Sin embargo, la universidad más antigua en funcionamiento continuo se encuentra en el continente africano.
Fundada en los primeros días de la ciudad imperial más antigua de Marruecos, Al-Karaouine fue establecida en 859 y es reconocida como la universidad más antigua en funcionamiento continuo del mundo. Otros sitios históricos, como las antiguas universidades de Taxila y Nalanda en India, pueden tener fechas aún más antiguas, y las antiguas sociedades sumerias comenzaron a operar escuelas de escritura (Eduba) poco después de 3500 a.C. Sin embargo, Al-Karaouine tiene el récord mundial de proporcionar educación ininterrumpida desde su fundación. También es la primera institución en el mundo en otorgar grados académicos.
Fatima al-Fihri, nacida en 800 d.C. como hija de Mohammed Bnou Abdullah al-Fihri en Fez, heredó una suma considerable de dinero. Tras adquirir terrenos de un miembro de la tribu Hawaara, inició la construcción de una mezquita en 859 d.C., destinada a albergar el creciente número de fieles.
Inicialmente establecida como una mezquita con una escuela coránica adyacente y una biblioteca modesta, Al-Karaouine se ha convertido en una institución de renombre mundial que ofrece programas de tiempo completo en diversas disciplinas. Si bien la educación temprana se centró en los estudios religiosos, el plan de estudios se amplió posteriormente para incluir lingüística, gramática, derecho, música, sufismo, medicina y astronomía. En 1947, Al-Karaouine se integró en el sistema educativo estatal y fue oficialmente incorporada al sistema universitario estatal moderno en 1963, tras el final del protectorado francés en Marruecos.
A lo largo de los siglos, la universidad se ha desarrollado hasta convertirse en una institución reconocida internacionalmente que atrae a personas de todo el mundo. Entre 2012 y 2016, todo el campus fue sometido a una extensa restauración, incluida la construcción de laboratorios de última generación para la preservación de manuscritos históricos. Con el apoyo financiero del Banco Árabe de Kuwait para la preservación cultural, en 2016 se abrió una pequeña parte de la madrasa al público, permitiendo a los turistas ver exposiciones de mosaicos, tallas y los cuartos de estudio y de dormir de los estudiantes.
A pesar de siglos de restricciones sociales para las mujeres, en los últimos años, más estudiantes femeninas han comenzado a estudiar en la institución fundada hace más de 1000 años por una mujer. Hoy, la universidad es accesible para estudiantes de todas las creencias y géneros.