Un estudio reciente explora la fascinante conexión entre el tono del sonido y las sensaciones corporales, revelando cómo nuestra percepción del sonido se mapea en el cuerpo humano. Publicada en 2025, la investigación de Daikoku, Horii y Yamawaki profundiza en los vínculos entre los estímulos auditivos, los estados emocionales y los rasgos psicológicos.
El estudio demuestra que el tono del sonido no es solo una experiencia auditiva, sino que también se encarna físicamente a través de distintos "mapas corporales". Estos mapas ilustran cómo las diferentes frecuencias de sonido se correlacionan con las sensaciones en áreas específicas del cuerpo, destacando la integración multisensorial en juego.
Los participantes en el estudio asociaron diferentes tonos de sonido con sensaciones corporales percibidas. Los tonos más bajos se relacionaron comúnmente con sensaciones en la parte inferior del cuerpo, mientras que los tonos más altos se correlacionaron con sensaciones en la parte superior del cuerpo, lo que confirma una representación estructurada de la frecuencia del sonido dentro del cuerpo.
La investigación también investigó el papel del procesamiento emocional en estos mapeos sonido-cuerpo. Encontró que las personas con alexitimia, que tienen dificultades para identificar y describir las emociones, exhibieron mapeos sonido-cuerpo alterados. Esto sugiere que nuestra capacidad para procesar las emociones influye en cómo experimentamos la encarnación sensorial.
Además, el estudio reveló que los participantes con niveles más altos de síntomas depresivos mostraron desviaciones en sus mapas corporales del tono. Estas desviaciones pueden indicar cambios en el procesamiento sensorial relacionados con los trastornos del estado de ánimo, lo que sugiere que los perfiles de encarnación sensorial podrían servir como biomarcadores potenciales para las afecciones afectivas.
Estos hallazgos contribuyen a nuestra comprensión de la cognición encarnada, enfatizando el papel crucial del cuerpo en la percepción. Al comprender cómo se mapea somáticamente el tono del sonido, los investigadores esperan desarrollar enfoques terapéuticos innovadores, como protocolos de estimulación auditiva personalizados dirigidos a regiones específicas del cuerpo, lo que podría revolucionar las intervenciones para los trastornos del estado de ánimo.