La falta de ejercicio físico entre los niños se considera hoy uno de los riesgos más significativos para su salud. El aumento de los estilos de vida sedentarios, impulsado por un mayor uso de dispositivos electrónicos y cambios en el estilo de vida, ha llevado a una serie de problemas de salud que afectan no solo el bienestar físico de los niños, sino también su desarrollo cognitivo.
El tema fue discutido por el Dr. Andreas Flouris, profesor de Fisiología en la Universidad de Tesalia y consultor de la Organización Mundial de la Salud. Él declaró: “La reducción de la actividad física en los niños se ha relacionado con el aumento de las tasas de obesidad infantil, así como con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico. Estos problemas no solo afectan la salud de los niños en el presente, sino que también aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades no transmisibles en la edad adulta. Además, la falta de ejercicio se asocia con problemas de salud mental, como baja autoestima, dificultades de concentración y un mayor riesgo de ansiedad y depresión.”
El Dr. Flouris continuó explicando que “el ejercicio físico regular no es solo un medio para prevenir estos problemas, sino también un factor crucial para mejorar la salud y el desarrollo general de los niños. El ejercicio mejora la función cardiovascular, promueve el crecimiento de músculos y huesos y mejora los procesos metabólicos. Más allá de los beneficios físicos, la actividad física también mejora las funciones cognitivas y la salud mental, mejorando la capacidad de aprendizaje y la concentración, como han demostrado numerosos estudios de nuestro laboratorio en la Universidad de Tesalia. Además, un estudio reciente de la Universidad de Columbia Británica en Canadá mostró que la actividad física mejora la función del hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje.”
“Incorporar el ejercicio físico en las rutinas diarias de los niños”, explicó el Dr. Flouris, “no es solo una cuestión de salud, sino un requisito previo para su desarrollo social y académico. Numerosos estudios han demostrado que los estudiantes que son más activos físicamente tienen un mejor rendimiento escolar, mayor confianza en sí mismos y un mejor equilibrio psicológico. Además, la actividad física ayuda a prevenir fenómenos como la violencia escolar y el acoso, ya que promueve el trabajo en equipo y la autodisciplina. Estos son problemas apremiantes en la sociedad griega que podrían abordarse de manera efectiva al aumentar la actividad física de nuestros niños.”
El Dr. Flouris enfatizó que “promover la actividad física en los niños debe ser una prioridad tanto para los sistemas educativos como para las familias. Es importante crear infraestructuras y programas adecuados que alienten a los niños a hacer ejercicio diariamente. Según las recomendaciones internacionales, se necesitan al menos 60 minutos de actividad física al día para mantener la salud y el bienestar de los niños.”
Él agregó: “Estas actividades deben incluir ejercicios que fortalezcan el corazón, los músculos y los huesos.” El Dr. Flouris concluyó afirmando que “invertir en la actividad física de los niños hoy es una inversión en el futuro de nuestra sociedad. Fomentar un estilo de vida basado en el movimiento y el ejercicio ayudará a los niños a crecer sanos, equilibrados y capaces de enfrentar los desafíos del futuro. Por lo tanto, el ejercicio físico no debe considerarse un lujo, sino un requisito vital para el desarrollo saludable de los niños. Su ausencia no solo afecta su salud, sino también a la sociedad en su conjunto, ya que aumenta los costos de salud y reduce el bienestar general. Por lo tanto, es nuestro deber colectivo fomentar el ejercicio físico y crear un entorno que promueva el movimiento y la actividad.”